19 de junio de 2025.
Autor: Daniel López StefoniExisten por estos días antecedentes más que suficientes -muchos de ellos ingratos- para relevar la importancia de la gestión en las universidades chilenas. Un aspecto muy poco tenido en cuenta, tanto en las definiciones mayores políticas y organizacionales como en la práctica cotidiana, es la consideración del conocimiento existente a nivel mundial sobre la gestión y sus componentes, como producto de investigaciones de calidad. Resulta paradojal que ello sea así cuando las universidades son, precisamente, las instituciones que aportan la mayor parte del conocimiento para el desarrollo en cualquier ámbito disciplinar o social. Probablemente tal situación se deba a la idea que en la gestión solo se trata de aplicar procesos administrativos relativamente estandarizados o que los directivos confían demasiado en la experiencia propia, su intuición y los buenos deseos.
A propósito de lo anterior he recordado, por ejemplo, las ya clásicas investigaciones realizadas por dos connotados académicos franceses, Jean-Claude Thoenig y Catherine Paradise que analizaron el rol de las capacidades estratégicas y organizacionales en los resultados y posicionamientos de las universidades. Para ello establecieron categorías de universidades desde aquella sin prestigio nacional ni internacional a las que llamó misionales hasta las universidades de excelencia, pasando por aquellas tradicionales que mantienen una buena imagen histórica y por aquellas prestigiadas solo a nivel nacional.
Vale la pena conocer las diferencias entre ellas en variables asociadas a sus capacidades estratégicas, a la gestión de los recursos humanos y al vínculo de las personas con la institución, así como de sus características culturales y de gobernanza. Luego interpretar estas diferencias para disponer de orientaciones para la gestión, en función de las particularidades de cada institución. Existe una amplia disponibilidad de evidencias sobre patrones, impactos y resultados en la diversidad de temas involucrados en la gestión universitaria que bien vale la pena estén más cercanos de quienes toman decisiones.